El coaching, tras los pasos del diálogo y el crecimiento personal

El mundo del deporte fue pionero en la utilización de un coach. La palabra “Coach” en el sentido moderno de un “coach deportivo” se uso por primera vez en 1889 en referencia específica a alguien que entrenaba un equipo de remeros.

Pero el primer uso de la palabra en Inglés fue en los 1500 en referencia a un tipo particular de carruajes (aun se usa en ese sentido). De ahí que la palabra cobra sentido cuando se la aplica al significado actual (tanto deportivo como ejecutivo, personal, etc.), ya que así como un carruaje (coach) es (o era) usado para transportar personas de un lugar a otro un coach es una persona que ayuda a otra a trasladarse (metafóricamente) de donde está a donde quiere estar, ya sea expandiendo sus competencias, impulsando su performance o cambiando su forma de abordar una situación. 

Su exponente principal y creador fue Timothy Gallwey (originalmente coach de tenis), que sostenía que “el oponente que habita en la cabeza del propio jugador es más formidable que el que está del otro lado de la red”.

Gallwey comenzó en la década del 80 aplicando las técnicas que usaba como entrenador de tenis al mundo empresarial como respuesta a las nuevas problemáticas que enfrentaban directores y gerentes de empresa, que no podían resolver los problemas desde el paradigma de gestión basado en el control y la disciplina piramidal de las organizaciones donde, desde una perspectiva de gestión rígida y autoritaria, la máxima productividad debía ir necesariamente en detrimento de la creatividad, la motivación y la realización personal.

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El coaching, entonces, se para en la vereda opuesta. Quienes lo practican consideran que lo importante para el desarrollo es generar espacios de comunicación, desarrollo y crecimiento individual u organizacional para el cumplimiento de objetivos concretos.

Un coach a través de conversaciones planificadas y confidenciales con su interlocutor, oficia de facilitador de ese desarrollo y crecimiento mediante la escucha y las preguntas efectivas que sirven de disparadores a nuevas opciones tanto para el crecimiento como para la resolución de problemas y conflictos.

A través de un proceso de coaching se logra desarrollar el liderazgo, la inteligencia emocional, la comunicación efectiva, la auto-motivación, la transformación de conductas reactivas en conductas efectivas; se amplía la capacidad negociadora; se optimiza la coordinación de acciones, la administración del tiempo, la toma de decisiones y la gestión efectiva de equipos.

Hoy, tanto empresarios, deportistas o profesionales de cualquier sector pueden contactar a un coach para que los guíe en un período o proyecto específico

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