El Beneficio de la Perseverancia en Tiempos de Crisis

La vida está compuesta de temporadas, algunas son más difíciles que otras. A pesar que el calendario indica que es el inicio de otoño la realidad se parece más a un crudo invierno. En invierno es la temporada cuando las cosas se mueren por un tiempo, para después florecer con el verde intenso de la primavera. Cuando estamos en invierno, al igual que las plantas, nuestro foco tiene que cambiar de un estado “óptimo” o “estado deseado” a un estado de “perseverancia”.

La palabra “perseverancia” significa algo más que “persistencia”. Significa seguir haciendo algo difícil a pesar de que sabemos que vamos a tener que esperar un tiempo hasta ver los resultados. La falta de resultados es el porque la mayoría abandona.

Ahora es momento de perseverar.

Hacer lo Correcto. Siempre.

Hacer lo correcto es hacer lo que tenemos que hacer, y hacer lo correcto es necesario, sea invierno o primavera. Hacer lo correcto es un ejercicio de perseverancia, lo que se traduce en seguir accionando aun cuando no produce ningún resultado o con resultados muy inferiores a lo normal.

Si hacer lo correcto en tiempos normales es llamar a nuestros clientes y potenciales clientes e intentar ayudarlos a mejorar su negocio, a que encuentren una solución mejor o el beneficio que sea que nuestro producto/servicio brinda entonces es aún más importante seguir haciéndolo en lo que quizá sea la mayor recesión en la historia, aunque sea la más corta. A pesar que las llamadas no produzcan entrevistas, ni oportunidades o algún tipo de resultado que implique un mínimo éxito, sigue siendo lo que se tiene que hacer.

No existe tiempo o temporada en las cuales nuestras relaciones no son críticas a nuestra salud, nuestra felicidad y nuestro éxito. Difícilmente nos equivoquemos si trabajamos fortaleciendo nuestras relaciones, tanto personales como comerciales. Cuando la gente está con temor, ansiosa y bajo muchísimo estrés suelen, sin darse cuenta, contestarnos mal. No es fácil intentar estar presente para alguien que nos saluda con un tono que excede lo que puede ser justificable, pero nunca está mal intentarlo.

Hay quienes piensen que no es empático estar llamando (o fastidiando) a las personas en este momento. Sugiero que en vez de ejercer la empatía ejerzamos la compasión. La empatía es caminar un kilómetro en los zapatos del otro, compasión es reconocer que esos zapatos dos números más chicos y conseguirles unos de su número. La empatía es entendimiento; la compasión es hacer algo al respecto.

Los Resultados Ya Llegarán.

Muchos aún no se dan cuenta que sus acciones contradicen con que hacer lo correcto es siempre hacer lo correcto, aun cuando no genere resultados inmediatos. En vez se han retraído, ya que como no hay resultados no hay valor o sentido en hacer algo, craso error.

Somos los protagonistas de nuestra historia. Quizá la razón por la cual nadie viene en nuestra ayuda es porque se supone que somos nosotros los que tenemos que ir a ayudar a alguien.

Cuando sentimos que no hay nada que podemos hacer por lo factores externos fuera de nuestro control, debemos cambiar nuestro foco hacia lo que si controlamos. Tenemos el control sobre como respondemos a esta crisis. Controlamos que hacer con nuestro tiempo. También controlamos lo que creemos es nuestra responsabilidad hacia nosotros mismos, nuestra gente, nuestros clientes y nuestra compañía.

Debemos perseverar a pesar de los factores externos, capeando el temporal, confiados que pasarán, y que si pasarán. También tenemos que seguir haciendo todas las cosas para mejorar la situación actual y posicionarnos para el mejor futuro que vendrá cuando salgamos de esta.

Cuando dejamos de perseverar le estamos privando a nuestros clientes, a nuestra compañía y a nosotros mismos de lograr mejores beneficios antes. Los resultados llegarán después y como en toda estación o temporada el tiempo pasa volando. Al final, o seremos quienes trabajamos para nuestros clientes, contactos y nuestra compañía para hacer una diferencia o seremos los que, frustrados por la falta de resultados, abandonamos.

Reconozcamos Nuestro Poder.

Reconozcamos nuestro poder de hacer lo que está en nuestro control. Ejerzamos ese poder diariamente. Cuando nos frustre la falta de resultados, reconozcamos que estamos haciendo lo que corresponde a alguien perseverante.

Reconozcamos nuestro poder de ayudar a otros, limitando o mitigando el daño que pudieran estar sufriendo en esta crisis y de recuperarse más rápidamente cuando pase. Cuando no tengamos ganas de hacer nada cambiemos el foco de nosotros hacia otros, y hagamos lo que podamos para ayudarlos, aunque creamos que es menos de lo que podríamos hacer.

Recordemos que cuando estemos haciendo algo que sabemos es lo correcto, aunque pareciera ser un ejercicio de futilidad, estaremos siendo perseverantes.

Cuidate y hace lo correcto

Saldudos Noel.

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